jueves, 27 de diciembre de 2007

Herederos de la Luna, Cap II.

Capitulo II
A través del camino sombrio.

El cielo se cubrió por un leve azul, cada ves mas claro, el bosque silencioso fue invadido por una serie de cantos extraños y amables, algunas cosas oscuras comenzaban a mostrar su belleza al ser tocado por los primeros rayos del sol. Este espectáculo se podía apreciar todas las mañanas en las diferentes regiones de cirek, en donde la gente no se preocupaba de lo que el futuro les esperaba, ni del pasado borrado por las estrellas.
Más esta no era la situación a algunos cientos de kilómetros al norte, en donde tres criaturas no humanas se preparaban para dormir dentro de una húmeda y fría cueva, en una tierra donde la gente veía con desesperanza los rayos del sol que tocaba, sin causar efecto, oscuros bosques y rocas grises. Estas tres criaturas, dos elfos y un Avamp para ser mas exactos, llevaban varios días sin ver alguna de las bellezas que el reino prometía, habían topado en la noche con muchos pueblos pequeños en donde no eran bien recibidos en la espesa oscuridad.
Danuran miraba por la desembocadura los extensos parajes frios mientras su hermana y el avamp conversaban muy dentro de la cueva, pero con tal intensidad que sus voces llegaban claras a los oídos del joven elfo.
-Espero que este día al despertar no los encuentre rodeados de objetos que no sé yo de donde provienen...-Decía Paunov.
-¿que insinúa señor Paunvo, con eso de que "no sé de donde provienen?"- Decía Kayriel indiferente sin tomarle mucha importancia.
-Pues sé que de día se han dedicado a robar, ¿de que otra manera han obtenido todo este dinero?-Dijo Paunov apuntando un pequeño montículo de monedas de plata y oro.
-Pues por si usted no lo sabía existe gente muy afortunada, como yo, que encuentra oro incluso en los árboles más extraños.
-¡Insisto que son los peores ladroncillos que he conocido!
-¿Nosotros?, si somos las criaturas mas honradas que conozco...
-ya lo creo, bueno, ahora déjenme dormir y nos veremos por la noche, dile a tu hermano que esta ves no vamos a necesitar de comida tan... "deliciosa"- el avamp miro unas ardillas quemadas y sucias a un costado.
-¡sois un mal agradecido!- La niña se dio media vuelta y camino hacía la salida de la cueva.
Paunov lentamente se quedo dormido, pensaba en que harían los pequeños ese día, habían ya retrasado bastante su viaje, más demostraban que sabían por donde se dirigían, por lo que no le parecía muy prudente dejarlos abandonado, o lanzarlos por algún río turbulento como deseaba a veces.
Ese día los sueños del avamp estuvieron invadidos por oscuras y gigantes formas negras que cruzaban los cielos y con grandes bocas devoraban todo a su paso, vio que una niebla lo cubría todo y que cinco esferas luminosas aparecían para hacerle frente a estas formas siniestras. Estas luces pronto se apagaron dejando al descubierto cinco seres que acompañados de lamentos fueron devorados, Paunov estaba parado en un frío valle observando, rodeado de gente que lo miraba con tristeza y algunos con enojo, extendió su mano y vio en ella las cinco pequeñas esferas luminosas, una niebla lo cubrió todo y vio que dos seres emergían de la tierra y le reclamaban las luces, mientras que se demoraban y sus restos eran esparcidos en un torbellino de arena.
El avamp despertó asustado, se dio cuenta por la luminosidad de la cueva de que había anochecido, no se escuchaba ruido de los elfos, ni ruido de algo que viviera cerca. Se levanto lentamente con un extraño sentimiento de abandono, salio y contemplo el paraje desolado, espero varios minutos a que alguien apareciera más nada sucedió. Se sintió de pronto traicionado y con enojo tomo sus cosas para seguir su camino.
Cuando ya estaba totalmente listo escucho a lo lejos un canto alegre, las voces eran inconfundibles, eran ambos niños que arrastraban grandes sacos, más grandes que los de noches anteriores.
-¡Señor Paunov, pensábamos que el sueño os duraría un poco más!- Exclamo la niña.
-No estoy aquí para descansar par de criaturas "honradas".
-Aún con eso, ahora mas os vale que disfrutes la comida de hoy, tenéis suerte de que cuentes con nuestras habilidades en la cocina.-dijo Danuran con un tono de cierta molestia.
-ambos tenéis suerte de tenerme a mí, que seria de un par de hombres sin una linda chica como yo- se apresuro en decir Kayriel.
Ambos guardaron silencio, se miraron un momento he hicieron un gesto con sus cabezas, antes de que kayriel digiera algo mas, comenzaron a abrir una bolsa pesada de cuero, de donde salio un exquisito olor a Vopa ahumado (un ave gigante), Paunov tomo un gran trozo del gran ave, la probo un tanto dudoso pero fue encantado con el sabor de la criatura.
-Esto es lo mejor que he probado en meses.
-En estas tierras la gente acostumbra a decir "gracias"- observo Danuran con una voz fría
-¡Oh hermanito!, no molestéis a nuestro invitado, además que el sabrá cuando agradecerme a mi por mis habilidades en la cocina.
-¿a vuestra persona hermana?
-Ya lo creo que lo haya hecho ella, después de la "exquisita" muestra culinaria de los días anteriores.
Danuran solo se mantuvo en silencio, paunov por un segundo pensó que los ojos del elfo de habían tornado azules, se fijo atentamente en los pequeños puntos luminosos bajo las telas, dándose cuenta que estos estaban tan verdes como siempre. El avamp tomo sus cosas una ves llenado su estomago, y se dispuso a marchar.
-Pues bien, ¿cual es el camino a seguir?
-Al sur por el borde de esas montañas, allí podremos encontrar un pequeño pueblo, un poco mas amistoso de los que podemos encontrar por aquí.
-Esta bien, marchemos rápido, esta noche no quiero ninguna interrupción, en lo posible hablen lo menos posible, o mejor, no hablen nada, no quiero nada de juegos peligrosos ni cosas extrañas.
-Esta bien señor Paunov, si sabéis que somos unos niños muy bien educados –dijo Kayriel sin mirar a ningún lado y con un tono de poco convencimiento.
-como sea… marchemos.
Paunov comenzó la caminata, atrás de él venia kayriel moviendo una pequeña vara de madera entre sus dedos, muy atrás, con paso pesado y desganado venia Danuran. Caminaron por un largo par de horas a través de oscuros árboles, el Avamp se percato que el paisaje se le iba haciendo mas agradable, los árboles poseían algunas hojas del color de la tierra y el aire era mas tibio de lo que antes había sentido, incluso podía ver algo de vegetación bajo sus pies. Lo único que no cambiaba era ese silencio sepulcral, ahora con los niños elfos callados podía darse cuenta de lo aterrador que era.
Todo esto lo condujo a recordar su sueño, se le cruzo de pronto por su mente de que podía haber sido alguna profecía, pero él realmente no creía en esas cosas, así que desecho eso de su mente y prosiguió caminando intentando pensar en otras cosas, calculo el tiempo de su viaje, y pensó en su misión, pensó algunas cosas sin importancia, hasta un par de antiguas canciones le pasaron por su cabeza, hasta que nuevamente se concentro en su sueño, ¿y si realmente ese sueño quería decir algo?, no, no podía en realidad significar nada, jamás había soñado algo que estuviera cerca de predecir algo, pero pensó también de que nunca había cargado un objeto extraño en su espalda ¿Qué significaban las esferas luminosas y esos gigantes que se desmoronaban delante de él?
Un repentino ruido, un golpe seco cercano, lo desconcentro totalmente, rápidamente se giro para regañar al par de niños, pero para su sorpresa ellos estaban quietos detrás de él.
-¿Me pueden decir que es lo que ha sido eso?
-os equivocas si pensáis que nosotros hemos hecho algo, alguien camina cerca nuestro.-Dijo Danuran sin darle importancia al asunto.
Paunov forzó la mirada y busco alrededor de él, a lo lejos vio un gran hombre con capucha y un arco en su mano.
-No nos ha visto, sigamos con cautela, no es bueno que alguien nos vea.
El avamp dio media vuelta y siguió su camino ahora con paso silencioso, los avamp eran criaturas extremadamente cautelosa, y esto se expresaba en su forma de caminar, muy ligera, sus cuerpos delgados compuestos en su mayor parte de cartílagos blandos los hacía livianos y flexibles, el problema era que por su piel dura como la roca siempre dejaban huellas muy definidas y fáciles de seguir para cualquier explorador, pero Paunov pensó que aquel hombre solo se trataba de un cazador perdido que había salido a buscar alguna criatura nocturna.
Al poco andar una flecha cruzo cerca de su oreja, Paunov no se detuvo para examinar el lugar, antes de gritarle a los pequeños que corrieran estos ya se encontraban muchos metros mas adelante saltando de rama en rama.
-¡señor Paunov, mas vale que corráis o si no esa gente os capturara!-grito Kayriel mientras se alejaba.
Paunov comenzó a correr sin preocuparse de ser cauteloso, sólo se preocupaba de las flechas que pasaban por su lado, en un instante se giro para mirar a quienes venían tras él, dándose cuenta que se trataba de un pequeño grupo de hombres bien armados, muy diferente a lo que Paunov pensaba que era.
-¡Estos no son Risendanos, son simple hombres!
-¡¿Qué son los Risendanos?!- le pregunto Danuran a Paunov desde una corta distancia.
-¡Eso no importa!... ¿Por qué nos disparan?, ¡hasta la gente de este lugar es desagradable!-Se quejo Paunov, mientras esquivaba unas ramas y flechas al mismo tiempo.
-¡Oh señor Paunov!, cualquier persona a que le hayan robado su comida estaría así de furioso, más aun si les arruinan una boda.
-¿Qué boda y que comi…?- Paunov recordó entonces el rico Vopa que había comido horas antes- ¡son los peores seres que conozco!
-¡No pensabais eso cuando os comías el Vopa de “mi hermanita”!
Paunov iba a reclamar pero de pronto se volvió todo oscuro, sintió como si el suelo hubiese desparecido y muchas ramas lo golpearon, no lo entendió hasta que su cuerpo completo golpeo un frió y húmedo piso, había caído en una cueva.
Se levanto lentamente escudriñando el lugar, sobre él se veía una negro agujero con muchas ramas quebradas alrededor de él, no podía distinguir la entrada del agujero por lo que dedujo que media un buen largo. En las murallas brillaban cientos de piedras verdes, muy pequeñas, la imagen que se formaba en los ojos del avamp era hermosa, una ves que sus ojos se acostumbraron a tan profunda oscuridad, pudo fijarse en que no solo las murallas tenían piedras brillantes, el piso también poseía una extraña belleza natural, cientos de piedras menos brillantes color blanco, unas enredaderas gruesas cubrían el techo. No paso mucho tiempo antes de que Paunov se diera cuenta de que la cueva en que estaba no era natural, si no que alguien la había hecho con algún motivo en especial, y que las piedras podrían marcar cierto camino a algún lugar.
Sintió un fuerte golpe en la cabeza que lo hizo caer, algo rodó a un lado, se levanto y un segundo golpe lo regreso al suelo, sintió un leve peso sobre él.
-Bonito lugar que habéis encontrado- dijo Danuran poniéndose de pie.
-¿Esas piedras tendrán algún valor?-pregunto kayriel que estaba sentada sobre Paunov.
-Ni siquiera cayéndome por un agujero entre el bosque puedo deshacerme de ustedes, ¿verdad?.
-No nos culpéis, nosotros pensábamos que os habían capturado y volvimos a ver si habíais dejado tirada vuestra espada- dijo Danuran palpando las piedras color verde.
Paunov se levanto dejando caer a kayriel a un lado, no se percato del quejido de la elfo, y se paro en medio de la cueva mirando a ambos lados.
-Creo que no podremos volver por ese agujero, lo mejor seria buscar alguna otra salida, se cuenta que los elfos ven en la oscuridad mejor que los Avamp, espero no decepcionarme en este punto también.
Paunov se ordeno un poco y siguió camino a lo que él pensaba que seria el sur, no estaba seguro de que aquel túnel lo llevaría a alguna salida, pero había algo que llamaba fuertemente su curiosidad, mas que algo físico, un presentimiento lo abordaba en todo su ser.
Caminaron algunas horas, no sabían si había amanecido o no en el exterior, tampoco sabían a que lugar el túnel los llevaba, ni tampoco si el túnel los llevara a algún lugar especifico. A paunov comenzó a invadirlo una tormenta de dudas acerca del lugar, el túnel no había variado en forma ni color, seguía siendo igual desde que había llegado hasta ese momento.
-Oigan, par de criaturas, ¿Sabían algo acerca de estos túneles?
-En Cirek, en especial en la región norte, la gente solía construir túneles, para viajar en invierno de una ciudad a otra, construyeron tantos como pudieron, así que en realidad no sabemos con certeza donde nos llevara este o si es que su salida aun esta habilitada, puede que se trate de un túnel en desuso con sus salidas selladas.
-No eres muy alentador Danuran.
-Solo os respondo lo que preguntáis, señor Paunov.
Caminaron por algunas horas mas sin ninguna variable, kayriel y Danuran ya comenzaban a aburrirse y habían inventado un juego de palabras el cual nunca Paunov comprendió, lo único de lo que pudo darse cuenta de que hablaban en una dulce y suave lengua, lo primero realmente agradable que notaba en el par. El juego partió bien, pero luego ya comenzaba a aburrir nuevamente, y las palabras dulces terminaron en discusiones en el idioma común. Al rato los ecos de gritos, sobre si las piedras del techo eran azules o celestes, invadió el lugar.
Paunov ya irritado se volvió para gritarles:
-¡Esas piedras son blancas!, ¿Cómo no pueden darse cuenta?, ¿Es que acaso no las ven brillar?
-¡A vuestra persona no le hemos pedido opinión!-Se defendió Kayriel.
Danuran preparaba su fundamento, lleno de filosas palabras hacia Paunov, pero antes de abrir la boca escucho y sintió algo muy a lo lejos, sigilosamente se movió alejándose de la discusión que se había abierto.
Un lamento suave, un murmullo dulce, invadía los oídos cubiertos del joven elfo. Más allá vio una luz que se desvanecía suavemente dejando un pequeño bulto en el suelo. Danuran camino tranquilamente y no tardo en darse cuenta de que por la maraña de pelos, y forma de su cuerpo se trataba de una chica aunque no le podía observar su cara.
El elfo se le acerco para tocarla con la punta de sus dedos, nada podía asegurar de que se tratase de alguien, o de alguna ilusión que lo llevaría a alguna trampa. Se tranquilizo al darse cuenta que era de carne y hueso, o algo parecido, suavemente le retiro el pelo de su cara y se dio cuenta que la chica lo miraba aterrorizada, y sus labios trataban de decir algo.
-Tranquila, tranquila, no os haré daño… a no ser que tú me queráis hacer daño, lo cual no os conviene…
La chica no dijo nada y se lanzo a los brazos del elfo, Danuran sintió algo extraño, el cuerpo de la chica estaba muy frió, y temblaba suavemente. Luego la chica se lanzo atrás notablemente asustada y se acurruco en un rincón.
-¿Qué… Eres? -Pregunto la chica con dificultad.
-En realidad soy algo difícil de describir… pero no es muy cortes de vuestra parte esa pregunta, generalmente se pregunta “Quien sois”.
-¿Qué hace alguien como tu en un lugar tan frío?
La chica guardo silencio y se puso a llorar, a Danuran se le paso la idea de devolverse y dejarla ahí pero algo en la mirada de la chica lo había cautivado, podía llevar mucho dinero o pertenecer a una familia millonaria que estuviera ofreciendo recompensa, ambas posibilidades lo obligaban a quedarse al lado de la chica.
-¿De donde vienes?, ¿Cuál es vuestro Nombre?, ¿sois humana o algo similar?
-Sólo recuerdo una luz que venia sobre mi, recuerdo gritos, alguien corría a mi lado, luego recuerdo la oscuridad, no recuerdo más, no recuerdo quien soy, no recuerdo nada en realidad…-La chica nuevamente se hecho a llorar.
A Danuran ya se le había ido el encanto de la sonrisa de la chica, y se disponía a dejarla ahí y volver en busca de kayriel y Paunov, pero la realidad era que el joven elfo le llamaba la atención la historia que la chica había olvidado.
-Pues yo pienso que de la forma en que te comportas, sois una especie de criatura subterránea, una niña monstruo tal vez.
-¡No soy una niña monstruo, me ofende!, mi nombre es, o así creo que me llamaban, ...Selene.

2 comentarios:

x_yohiro_x dijo...

olaa!! eto despues leere too ^^ porq ahora me da flojerita y hago un comentario con argumento! q tes bn ;D

Unknown dijo...

Y por fin aparece Selene. Por cierto, uno por año xD.

Me gustó. Disculpe por no postearle cuando lo lei. Pero bueno, me gustó. Sólo una cosa... es demasiada acción. No, salió mal. Es acción, pero cuando habla del canto, sólo dice que había canto. Y, no sé muy bien como decirlo , pero, aunque no sea importante, el canto no es sólo algo que suena, algo lo hace extraño y amable. Y quizás, una línea o dos para que uno sienta el canto extraño y amable debajo de la piel, no estaría de más. Lo mismo con el sueño, con esas cosas. No sólo de acciones vive un mundo, háganos sentir todo, desde la tierra húmeda hasta el canto, bajo la piel, ahí dónde se mueve todo y se siente el calor asfixiante del verano. Thnks.